SINOPSIS:
Un cielo tan azul que duele mirarlo. Árboles centenarios de más de treinta metros de altura. El niño corre descalzo. Se detiene en un pequeño claro, jadeando, y escucha. Tiene once, puede que doce años, y los ojos desorbitados. Sus vaqueros muestran desgarros, la camiseta gris está empapada en sudor y las mangas se pegan a sus escuálidos brazos. Los cortes en la tela dejan ver su piel, y la sangre le cubre los brazos. Se aparta un mechón de pelo de los ojos y vomita lo poco que ...
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